Llevaba días que por mucho que abría cualquier aplicación y acudía a un encuentro exprés no me satisfacía. No sabía si era que tenía muchas expectativas que luego en el encuentro no se cumplían pero el caso es que estaba cansado de pasarme horas en el sofá de mi casa, teléfono en mano, chateando buscando a un buen pasivo cómo buen activo que soy y que en el encuentro y al natural seguramente no me gustaría.
Era martes y llevaba todo el día empalmado a pesar de haberme corrido como todas las mañanas haciéndome la paja matutina nada más despertar.
Ya era mediodía y no paraba de palparme la polla que presionaba e intentaba romper los vaqueros que llevaba puestos. Así que para olvidarme un poco de lo cerdo que estaba decidí ir al gimnasio como hacía todos los días.
Mi gimnasio está cerca del Boyberry y la verdad es que en ruta hacia el gym pensé más de una vez en desviarme e irme a buscar vicio a ese local al que tantas veces he ido. Pero mi fuerza de voluntad pudo con este deseo y terminé yendo a hacer ejercicio… eso sí, seguía empalmado y eso seguro que iba a ser un problema para hacer algunos movimientos físicos.
Comencé a hacer cardio y luego hice pecho y abdominales, pero aún me rondaba en la cabeza el ir a Boyberry. Pero necesitaba cumplir con mi rutina deportiva que normalmente intento no romper.
Casi sin terminar mi tabla diaria para ponerme en forma desistí y bajé al vestuario con idea de ducharme y marcharme a casa. Pero justo cuando estaba entrando en las duchas se me quedó observando un chico al que ya conocía porque coincidíamos diariamente en el gimnasio. Aunque nos habíamos cruzado más de una mirada nunca habíamos hablado porque él siempre iba acompañado de su novio que desde luego tampoco tenía ningún desperdicio.
Ambos tenían cuerpazo de gym y eran tremendamente guapos y masculinos.
En esta ocasión su novio parecía estar marchándose cuando su chico, el que no paraba de mirarme, se desvestía con intenciones de ducharse como yo.
Yo soy alto y marco bastante brazo y pecho y no es por presumir pero tengo una buena polla que incluso sin empalmar llama la atención y con su mirada ese fue uno de los objetivos del chico.
Él tendría unos 35 años, era alto, muy moreno, con barba y tremendamente guapo como su novio. Con un cuerpo bien marcado y unos pectorales con pelo muy bien puesto que quitaban el hipo. Desde luego era mi prototipo de hombre.
Mientras su novio se despedía de él y se marchaba el moreno me siguió con la mirada mientras yo me dirigía totalmente desnudo hacia las duchas.
Coloqué mi champú gel y toalla y decidí no cerrar la puerta y ver que sucedía. Por suerte el chico decidió ducharse justo frente a mí, dejando también la puerta de su ducha abierta. Mientras me enjabonaba veía su polla empalmada, ese culazo y como él se pasaba la mano por sus apretadas y tersas nalgas que parecían aún más grandes por la marca de bañador que tenía. Sus nalgas eran tan blancas que destacaban del moreno del resto de su cuerpo.
De pronto llegó el servicio de limpieza del gimnasio e interrumpió el momento que posiblemente hubiese acabado con una buena mamada como mínimo.
No era mi día y sentía muchas ganas de follarme un buen culazo aunque tuviera que desplazarme lejos de mi barrio. Solo pensaba en volver a la taquilla y activar alguna app que me saciara de una vez.
De repente me vino a la cabeza de nuevo el Boyberry y no dudé un segundo. Salí de la ducha dejando al tiarrón morenazo aún en las duchas, me vestí y me fui al Boyberry.
El pulso se me aceleraba mientras me acercaba y la polla se endurecía con cada paso que daba.
No tardé en llegar ni dos minutos. Entré y me llevé una gran sorpresa.
Como primer martes de cada mes había que entrar totalmente desnudo y eso era algo que aún me ponía más cerdo. Ver a todo el mundo desnudo y dispuesto a cualquier cosa era algo que pocos locales permiten y menos a unas horas que realmente se agradecen.
Compré la entrada y cogí unas gomas que amablemente siempre ofrece el Boyberry. Me desvestí lo más rápido que pude en un estado de excitación que casi no podía controlar. Coloqué la ropa en la taquilla y en pocos segundos estaba desnudo solo con mis bambas, tres condones en los calcetines/ medias deportivas que llevaba y una llave atada a mi brazo por un elástico.
Ya mi polla estaba bien gorda y empalmada casi del todo. Entrar por la puerta fue como pasar por la alfombra roja de un festival. No paraban de mirarme los 30 hombres que andaban cerca de la entrada dando vueltas, desnudos y con miradas lascivas hacia todos los que entraban. Mi polla ya estaba completamente dura y rápidamente las miradas de los que me veían entrar iban dirigidas a mi enorme polla. Eso me excitaba mucho porque sabía que como activo que soy iba a ser productiva la tarde.
Decidí entrar en una cabina al azar y meter mi polla por un agujero. Mi sorpresa fue que inmediatamente alguien al otro lado la agarró y comenzó a comerme la polla. Ya estaba a punto de correrme, pero no quería hacerlo porque acababa de llegar. Aguanté un poco hasta que noté como me ponían un condón y acercaban un ojete a la punta de mi polla. De repente me descubrí que estaba follándome a alguien por un glory hole!. No podía haber tenido mejor entrada en el Boyberry pero seguía sin querer correrme así que saqué la polla del culo del “pasivo anónimo” me quité la goma y salí de la cabina.
Con la polla bailando de izquierda a derecha al caminar y por lo dura y erecta que la tenía me acerqué al laberinto/cuarto oscuro que siempre da tanto placer.
No entré porque mis ojos no se habían acostumbrado aún a la escasez de luz así que hasta que pudiese ver algo y no tropezarme de bruces con la primera polla que me encontrase en el cuarto oscuro esperé muy cerca de la entrada observando quién entraba y salía.
De primeras quien más me llamó la atención fue un mulato guapo, muy esbelto, masculino y fuertote al que todos seguían como si no hubiera un mañana.
Después de unos minutos me decidí en adentrarme en el vicio más absoluto. Mientras entraba en el cuarto oscuro muchas manos me iban agarrando la polla que tenía tan dura que podía follarme cualquier culo sin previa dilatación.
Mi paseo fue enriquecedor. En cuanto entré dos tíos se arrodillaron y comenzaron a comerme la polla. Yo en mi calentón me relajé y apoyé la espalda en la pared y entonces apareció un tío desde la oscuridad y comenzó a comerme el pezón izquierdo. No le veía bien la cara, pero me resultaba familiar.
Estaba extasiado de tanto estímulo. Abajo dos se peleaban por comerme la polla mientras el que me resultaba familiar me comía el pezón y me metía la lengua hasta la garganta, dos observaban mientras se pajeaban y otro intentaba meterle la polla a uno de los que me chupaba la polla.
Con la excitación salió mi carácter dominante y comencé a apretar contra mis huevos la boca del desconocido que le daban arcadas al meterle más profundamente mi pollón. Con la otra mano agarré el cuello del chico que me estaba besando y mordiendo el pezón y lo alejé para observarlo bien.
Fue entonces cuando descubrí que era el morenazo de las duchas del gym.
No cabía en mi agitación y rápidamente aparté a los dos que me comían la polla para estar a solas, aunque rodeado por los mirones, con mi grato descubrimiento.
Cuando los otros chicos se despegaron de mi polla cogí al moreno barbudo y fornido y le di la vuelta. Lo puse contra la pared y me agaché y comencé a comerle el culo. Le metía la lengua lo más profundo que podía y lejos de tenerlo cerrado lo tenía bastante abierto, como si ya se lo hubieran follado. Así que aproveché, me levanté y con lo dura que tenía la polla le acerqué la punta a su culo y comencé a metérsela muy despacio mientras notaba cómo cedía su esfínter.
Al mismo tiempo acerqué mi cara a su nuca y le pregunté que si estaba en Prep. Me contestó que sí. Yo le confirmé lo mismo y entonces le di un golpe de polla que le entró de golpe. El chico gritó de placer y comenzaron a venir otros tíos para observar cómo me lo follaba. Sus gemidos atraía a más tíos hasta el punto que hubo un embotellamiento.
Su postura ya era de entrega absoluta había doblado su espalda sobre sus caderas y estaba entregándome todo su agujero abriéndose las nalgas con sus dos manos mientras apoyaba su cabeza contra la pared. Yo no paraba de bombear una y otra vez y las manos de desconocidos me agarraban mi culo y otras intentaban palpar cómo entraba mi polla en aquel ojete. Yo retiraba constantemente las manos mientras agarraba del cuello al chico que cada vez gemía más y que me pedía que lo preñara. Eso me ponía más cerdo aún y más fuerte eran mis embestidas. Entonces comencé a humillarlo.
-Puta!
– Guarra!
-Quieres más caña!!?
Él no para a de pedirme más polla y más caña hasta que finalmente escuche su voz diciendo:
-Me corro!!
Podía notar cómo se estrechaba su agujero y su esfínter palpitaba y estrangulaba más mi polla y eso me la ponía aún más dura así que no paré de bombearle. Sus quejidos eran más fuertes aún, pero en ningún momento quiso que le sacara mi polla de su culo así que seguí embistiendo todo lo fuerte que podía.
Ya al moreno le temblaban las piernas y no iba a aguantar más, aunque seguía pidiéndome que siguiera follándomelo, así que decidí llenarlo de lefa.
Mis gemidos seguían atrayendo a más gente y de repente aquello estaba tan lleno de tíos mirando, tocándose entre sí o comiéndose las pollas que no podía ni moverme para salir de aquella orgia improvisada.
Ya le había preñado bien y saqué mi polla que sorprendentemente aparentaba estar muy limpia. Al instante de sacarla un tío me la agarró y se la metió en su boca. Mientras el tío al que me había follado seguía dando culo y otro tío se había arrodillado para comerle el ojete y succionarle mi lefa. Eso me puso otra vez cachondo, pero me fui alejando de la muchedumbre con un tío enganchado por su boca a mi polla. Cuando conseguí despegarme de él decidí tomar un descanso. Me limpié en los baños y me marché a la zona de ordenadores. Allí estuve un rato hasta que me recuperé.
Ya estaba otra vez empalmado y ver a tíos tan masculino y guapos caminando desnudos me ponía cada vez más cerdo. Volví a ver al mulato y al séquito de tíos q intentaban algo con él, pero algo curioso ocurrió.
De repente el mulato se paró frente a un chaval que debía tener 18 años. Era muy delgado, con gafas, una dentadura muy bruta y llamativa, era bajito y poco agraciado, tampoco desbordaba masculinidad ninguna… Y en un instante a ojos del séquito, el mulato se acercó al chaval lo agarró de la mano y se lo llevó a una cabina. El séquito se paralizó durante unos segundos, algunos se miraron entre ellos y rompieron filas siguiendo a lo suyo.
Me alegré mucho por lo que acababa de presenciar. El menos agraciado se había llevado al chulazo de la tarde.
Yo estaba ya muy caliente y decidí levantarme de la silla de la zona del ciber y bajar al nivel más avanzado. “La cama redonda”.
Cuando llegué había tanta gente observando que no entendía cómo podían estar tantos tíos buenorros sin tocarse entre ellos. Pero supongo que ahí está el morbo, en el cortejo y la espera…
Cuando llegué a la cama ésta estaba vacía, pero había mucha gente al rededor apoyada en la pared machacándosela y esperando a que alguien decidiera ponerse a cuatro patas en la cama
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Yo me di un paseo al rededor observando a los tíos q tb me miraban cuando yo pasaba.
Alguno me agarraba la polla y otros simplemente me tocaban el culo…
Pero algo ocurrió que me sacó de mis casillas. Vi al novio del moreno del gimnasio.. El novio del que ya me había follado hacía unos minutos en la planta de arriba…
Sin dudarlo me acerqué a él y comencé a tocarle la polla. Él acercaba su abdomen para que yo pudiera agarrar mejor su pollón. Y entonces me bajé y comencé a comérsela con toda la adoración que se puede tener a la polla de un tío que está tremendo. Estaba tan cachondo que no noté como alguien jugaba con un dedo en mi ojete y cada vez me lo introducía más, así que cuando me vine a dar cuenta ya me estaba estimulando la próstata y siendo yo activo fue una sorpresa muy agradable. Ahora solo pensaba en que el que quería ser follado era yo.
Así que me levanté, acerqué mi culo a la polla del morenazo del gym y agarrándole su culo lo obligué a avanzar hasta el borde de la cama donde me puse a cuatro patas. Me escupí bien la mano porque no suelen follarme y dudaba que me entrara aquel pedazo de polla tan grande sin lubricación.
Todos observaban y muchos comenzaron a acercarse para que les comiera las pollas mientras el chulazo comenzaba a meterme su polla húmeda a pelo… aunque me dolía un poco le pregunté por la prep y cuando me dijo que la tomaba me quedé más tranquilo y preparado para disfrutar la relajación vino sola.
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Comenzó despacio pero poco a poco me daba más fuerte. El dolor del principio se convirtió en un placer tan grande que solo quería q me preñara y que otro tío lo suplantara y siguieran fallándome infinitamente.
Entonces a lo lejos vi a su novio, al que me acababa de follar en el cuarto oscuro. Se acercó gateando por la larga cama negra hasta donde estaba yo a cuatro patas y comenzó a besarme. Estaba tan cerdo que ya no sabía si quería follar, que me follaran o correrme de una vez.
Así que el moreno se deslizó y girando su cuerpo en el hueco que había entre la cama y mi pecho y dándome la espalda acercó su culo a mi polla y con su mano la dirigió hacia su húmedo agujero.
Quería que lo follara otra vez y no fue difícil porque yo tenía la polla como una piedra mientras su novio no paraba de taladrarme el culo. Así que cuando ya le había metido la polla hasta mis huevos, pare el ritmo del novio que me embestía y comencé yo a moverme y a llevar la batuta en los movimientos.
Daba culo y me follaba el novio que apretaba más su polla contra mi culo. Notaba cómo me perforaba por dentro y cada vez notaba que mi cuño más se dilataba. A ritmo también empujaba hacia adelante y sin sacarme la polla del novio me follaba el culo del moreno el cual endurecía las nalgas para que yo notase más la resistencia de mi polla al follármelo.
Cogí el ritmo muy rápido y de forma tan gratificante que hasta note cómo otro tío se agachaba e intentaba colar su lengua entre mi culo y la polla del novio que me follaba. Estaba tan cachondo que con la mano agarré el cuello de uno que se machacaba la polla y observaba muy cerca y le acerqué para comerle la boca.
Estaba fuera de mí, me movía a un ritmo tan perfecto que podía notar como me metían hasta las entrañas un pollón y al mismo tiempo metía yo mi gorda polla en un culazo.
Cada vez notaba más lo lubricado q estaba el culo que me estaba follando. Solo podía pensar que mi propia lefa de la follada anterior estaba sirviendo de lubricante… y que por detrás me estaban empalando vivo a golpes mientras notaba como los cojones del novio golpeaban contra los míos una y otra vez.
Yo con una mano me apoyaba en la cama y con la otra acercaba el culo del que me estaba montando para sentir más dentro su pollón. Todos los presentes querían participar. Las manos de los que allí miraban comenzaron a acariciar mis nalgas, un chico muy joven se subió sobre la cama y me puso su polla en mi boca. Yo la descarté porque otro chulazo con una polla aún más grande me quiso dar de mamar. Me la metí en la boca y no dudé en ordenarlo. En cuestión de segundos se corrió en mi boca mientras me follaban y yo follaba. No dudé en tragarme esa Leda que era tan bienvenida.
Todo iba fluyendo de una forma increíble, aguantaba tanto sin correrme porque hacía muy poco ya había preñado al mismo al que ahora me estaba follando.
De repente el pasivo se quiso poner de pie sin sacar mi polla y yo hice lo mismo… sin sacar la polla de su novio de mi culo.
Ahora estábamos los tres de pie y todos alrededor comenzaron a adaptarse a nuestra postura para poder agarrar y tocar lo que nosotros les dejábamos.
Yo seguía moviéndome para notar que me follaban al mismo tiempo que yo follaba. El ritmo era perfecto y estaba tan cerdo que podría haber seguido así horas.
Un tío se arrodilló y le comenzó a comer la polla al pasivo mientras que este giró su cara hacia mí y comenzó a besarme, su novio se retorció y sin sacarme su polla e hizo lo mismo. Estábamos los tres conectados por polla/culo y boca y era un placer tan grande que comencé a correrme así que aparté sus caras y me moví bruscamente dando todo el culo que podía y dando embestidas de polla a partes iguales y entonces empecé a notar cómo un chorro de lefa salpicaba dentro de mi culo ya súper abierto. El novio me estaba Llenando a chorros de lefa y yo aún seguía corriéndome. Parecía que mi corrida no tenía fin que mi orgasmo no cesaba, era algo fuera de lo normal. Había aguantado tanto tiempo el morbo y las ganas de correrme que ahora estaba disfrutando el doble de la preñada que me daban y estaba dando yo.
Mientras eso ocurría agarraba la polla del pasivo que estaba en la boca de alguien q se había arrodillado a comérsela y en el hueco q había entre su abdomen y la boca del otro comencé a machacarle la polla hasta que noté como también se corría en la boca del desconocido.
Fue casi un minuto de máximo placer que acabo con un apasionado beso a tres y de caricias varias por ambos cuerpos. Los tíos que nos rodeaban estaban corriéndose cachondos perdidos al ver lo que nosotros tres habíamos disfrutado. La química que habíamos tenido no era normal.
Medio mareados los tres intentamos salir de la muchedumbre que se había formado en torno a nuestro show y nos dirigimos los tres al baño. Allí nos saludamos, nos reconocimos del gimnasio y decidimos intercambiar números de teléfono.
Subimos a las taquillas y así lo hicimos.
Sin duda nos escribimos y quedamos otro día, pero eso ya es otra historia.
Un saludo chicos. Si esta historia se publica os la haré leer y estoy seguro que disfrutaréis como lo hicimos cuando nos conocimos esa tarde en el Boyberry. Un abrazo!