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Una tarde aburrida

Una tarde aburrida decidí volver a abrir mi Grindr. A las horas me escribió el típico chico de cuerpo de gym con la cabeza cortada (yo tenía una muy similar). Después de varios días hablando de la vida,  Kevin y yo acabamos hablando de sexo, fantasías y morbos que teníamos cada uno, ahí descubrimos que ninguno de los dos había follado en una discoteca. Fantaseábamos con encontrarnos en una discoteca de fiesta  y hacerlo en el baño. Kevin me transmitió mucho confianza y le acabé contando que siempre he querido follar con un desconocido, pero que nunca he tenido el valor de ponerlo en práctica.

 

Entonces Kevin me propuso una idea loca: quedar los dos a ciegas. Aún no nos habíamos pasado foto de cara, así que éramos completos desconocidos. Le dije que prefería conocerle antes, pero Kevin insistió en que me pusiera una pulsera que brille en la oscuridad y fuera a las 10 de la noche a un bar que está en Carrer de Calàbria, 96, acto seguido se desconectó.

 

Toda la tarde estuve pensando en ir o no, pero al final decidí ir a probar suerte. Cuando llegué a la puerta me encontré mi primera sorpresa de la noche, mi cita era en Boyberry. Al entrar me llevé mi segunda sorpresa, para entrar había que quedarse en calzoncillos, ahí me arrepentí de ponerme un suspensorio debajo los vaqueros. No me lo pensé mucho y entré al local.

 

Me acerqué a la barra, pedí una cerveza y me quedé esperando. Intercambie varias miradas, pero nada mas. Ya eran las 10 y cuarto y me estaba empezando a poner nervioso. De repente alguien me toca la espalda y me susurra al oído “que atrevido ir a una primera cita en suspensorios, tú querías guerra”. Me di la vuelta y ahí estaba Kevin, rubio, muy alto, un cuerpazo aún mejor que en las fotos y un slip blanco que dejaba poco a la imaginación.

 

Estuvimos charlando en la barra media hora, yo intentaba mirarle a los ojos, pero de vez en cuando miraba todo el cuerpo disimuladamente. En una de estas, Kevin me dice que no me corte en mirarle el paquete que se ha dado cuenta que se lo estoy mirando. Al escuchar eso, automáticamente le agarro del paquete, pero por vergüenza le suelto enseguida. Kevin me dice “con que quieres jugar ehh”, me dio la vuelta, me dio un azote en el culo, me tapo los ojos con sus manos y me empezó a pasear por el bar. Por el camino, podía sentir su rabo en mi culo, estaba muy empalmado. Imagino que me llevará a una de las cabinas del cuarto oscuro.

 

Llegamos a la cabina, pero nos quedamos fuera. Kevin me dice al oído que no abra los ojos, con lo cual me excitó aún mas. Empezó a besarme todo el pecho, poco a poco iba bajando. Me sacó el rabo por el lateral del suspensorio y empezó a lamerlo poco a poco. Tenía la polla más dura que nunca y Kevin cada vez mamaba con mas energía. Yo seguía con los ojos cerrados, suponía que había gente mirando como lo hacíamos y me excitaba aún mas. Mientras me la estaban mamando, Kevin me susurra al oído que abra los ojos. Ahí me doy cuenta que no es Kevin quien me la está chupando, si no otro chulazo. Kevin me dijo que ya puedo tachar de mi lista follar con un desconocido. Estaba excitado porque me estaba tirando a un desconocido, pero rabioso porque mi cita no quería follarme.

 

Le dije a Kevin que quería follar con él, pero me dijo un no con la cara. Me dijo que estaba yo estaba ocupado con mi desconocido, que cuando se haya corrido, ya entraba el a jugar.

 

El desconocido me giro, me puso contra la pared, se puso un condón y empezó a metérmela poco a poco. El desconocido me agarro de las manos y empezó a darme caña, cada vez mas fuerte. Mientras yo cada vez gemía más y más. El desconocido me dijo al oído que quería me mi novio me viera la cara mientras me follaba. Aunque Kevin aún no era mi novio, el desconocido me dio la vuelta y siguió follandome fuerte en el medio del pasillo. A parte de Kevin, había otras 4 personas mirándome y tocándose. El desconocido me estaba follando tan fuerte, que escuchaba como sus huevos chocaban con mi culo. Eso es lo que más me gusta de cuando me follan, que me estén dando tan fuerte que suene.

 

El desconocido me la sacó y me puso de rodillas. Supuse que se iba a correr en mi cara o en mi pecho, así que intenté levantarme para que no ocurriera, pero Kevin me sujetó. Empecé a masturbar al desconocido hasta que se corrió en mi pecho y desapareció.

 

Kevin dijo en alto: “es mi turno” y ahí se me pusieron los ojos en blanco. Me puso de pies y nos empezamos a besar.  Hice un amago de intentar limpiar la leche del desconocido con la mano, a lo que Kevin me contestó “si te la limpias me voy a casa”. Ahí entendí que Kevin quería que fuera lo más cerdo posible. Intenté meter a Kevin dentro de una cabina para tener intimidad, pero me contestó que hoy había venido a ser visto como me follan. Ahí se me puso super dura la polla y Kevin se dio cuenta. Me agarro de la cabeza y me llevó hasta su polla. Comencé a lamerle todo el boxer, se lo baje hasta las rodillas, comencé a lamerlo los huevos y después la polla. Kevin se sorprendió de que me cabía toda su polla en la boca sin atragantarme. La verdad es que era bastante grande, en torno a 20 cm, pero tengo el don de nunca atragantarme.

 

Me puse de pies e hice lo mismo que me había hecho él antes. Tampoco puso resistencia y empezó a lamerme el suspensorio. Yo me puse a gemir bastante. Kevin me dijo que como siga gimiendo así se va a acercar todo el bar. A mi me daba igual, ahora mismo solo quería disfrutar del momento. Kevin me quito el suspensorio y me lo puso en la boca, y me dijo que como siga gimiendo así, le dice a todos que se corran en mi boca. Kevin empezó a chuparme la polla, yo sentía la necesidad de gemir, pero iba a intentar aguantar.

 

Después de estar un buen rato mamando, me puso a 4 patas y me la metió de golpe. Kevin dijo en alto “joder ese tío te ha dejado el culo abierto como una boca de metro, ahora vas a saber qué es ser follado bien duro”. Yo casi escupo el suspensorio de la boca con la embestida que me metió, pero aguanté. Me empezó a follar como si fuera un martillo, de normal eso me dolería, pero la situación que se había generado me excitaba tanto, que solo sentía placer. Kevin empezó a darme azotes en el culo, cosa que me excitaba bastante, y en uno de ellos acabé escupiendo mi suspensorio de la boca para poder gemir salvajemente. Kevin me puso de pies y me dijo al oído “te dije que no gimieras, ahora le vas a decir a toda esta gente que quieres que te lefen y si no lo dices me voy sin terminarte de follar”. Yo no me podía ir a cada a medias, así que me arme de valor y dije la cosa mas humillante que he hecho hasta la fecha: les grite que todos los que quisieran podían lefarme la cara o el pecho cuando quisieran.

 

Entonces Kevin me dio cuatro azotes, con sus cuatro gemidos (ahí se dio cuenta que me excitaba ser azotado) y me la volvió a meter de golpe de pies. Me volvió a follar fuerte y cada poco rato me soltaba un azote, pero yo estaba tranquilo porque podía gemir todo lo que quisiera. De repente un chico muy joven se me acerca, me pone su rabo en el obligo y me lefa pecho. Era la segunda corrida que recibía en el pecho, aunque tenía pinta de que serían muchas mas.

 

Kevin me dijo que si no paraba de gemir, se iba a correr en breve. A mi me daba igual, estaba disfrutando de como me estaba follando y tenía a 6 tíos mirando como me follaban. Kevin se la sacó, me volvió a dar 4 azotes muy intensos, con cuatro gemidos muy intensos. Supuse que se quería correr, así que me puse de rodillas frente a él. Kevin dijo en alto “así me gusta que se arrodillen ante mi” y yo me metí su polla de nuevo en la boca. Le estuve mamando el rabo un buen rabo hasta que se corrió. Me echó cuatro lefazos espesos en mi cara, junto con un guantazo suave mientras me sonreía. Yo comencé a masturbarme para correrme y me puse de pies. Pero antes de terminar de incorporarme, Kevin me empujó para que me pusiera de rodillas de nuevo. Kevin me dijo “recuerda que estas 6 personas se tienen que correr encima tuyo, cuando acaben ya te puedes levantar”. Entonces esas 6 personas se pusieron en circulo alrededor mio y continuaron masturbándose. Yo paré, puesto que quería ser el útimo. Fui recibiendo uno por uno esos 6 lefazos, incluso alguno llegó a escupirme varias veces en la cara. La verdad que llegados a este punto aceptaba cualquier cosa aunque fuera por un desconocer. Quince minutos después ya se había corrido todos en mi cara, me corrí en mi pecho y me levante.

 

Kevin me estaba esperando, así que me acerqué a el. Me preguntó que tal lo había pasado y le fui sincero, había sido la mejor experiencia sexual de mi vida. Kevin me besó y le dije que si quería venir a dormir a mi casa. Me dijo que vale, pero que la noche aún no había terminado, que podíamos quedarnos a bailar un rato en el bar. Hubo un silencio incómodo entre los dos y me dijo “puedes lavarte la cara en el baño”, le besé y eso hice. Me lave la cara y me dejé el resto del cuerpo lefazo.

 

Kevin y yo volvimos a la zona de bailar del bar. Ahí estaba yo, en un bar lleno de gente en calzoncillos, yo con el pecho lefazo, el culo rojo de los azotes y sin nada de ropa, puesto que la perdí cuando escupí mi suspensorio por gemir.

 

Esa noche Kevin y yo dormimos juntos en mi casa. Fue la primera de muchas noches que dormimos juntos, puesto que esa noche empezamos a salir como pareja formal. Pero los aniversarios los celebramos en Boyberry para recordar cómo fue la noche que nos conocimos.

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