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Mi primera vez solo

Nunca pensé en llegar tan asustado como lo estuve en ese momento. El llegar a un local donde antes ya había estado, el cual es para tener relaciones sexuales con otras personas.

La intención no era ir solo, ya que había quedado con una amiga, pero a último momento no pudo venir, el cual yo ya estaba al lado de Boyberry.

Tenía una cosa muy clara y es que quería entrar, aparte que ya estaba ahí al lado! Lo que no es lo mismo ir con un amigo a ir solo. Después de meditar un buen rato al lado de la puerta de Boyberry, me decidí a entrar con unos nervios enormes, por mi cabeza tan solo pasaba el pensar “¿Y si no encuentro a alguien, que hago? – No tendré con quién hablar!!”
Ya una vez dentro y literalmente con los huevos en la garganta, ya que era la primera vez que iba solo, fui dando vueltas por dentro a ver quién había esa tarde y al rato de dar un par de vueltas, entre a una de las cabinas, una cabina bastante grande, uno de los agujeros daba a otra cabina y el otro a un cuarto oscuro el cual hay más paso de gente. Estaba con el móvil bastante nervioso, hablando y esperando a ver si alguien se asomaba por el agujero o directamente sacaba la polla. Al rato de estar en la cabina un chico, de unos 30/ 35 años, directamente saco el rabo, la verdad era bastante grande y sin estar empalmado, me fui acercando y con la mano se la empecé a tocar suavemente, mientras me iba acomodando para empezar a comerle el rabo. Suavemente con la lengua fui lamiendo poco a poco, no tarde mucho más hasta empezar a chupar, pero quería que se pusiese morcillona, es cuando mejor están para empezar a chupar bien a fondo. Cuando empecé a chupar y notar como se iba empalmando cada vez más, me estaba poniendo muy caliente. ¡Estaba chupando, pero en mi mente ya estábamos follando!
Al rato se agacho y me dijo de ir a una cabina los dos, así estábamos más gustos y podíamos seguir haciendo mucho más. Me daba bastante vergüenza aun que acepte la propuesta porque me puso muy, pero que muy cachondo y la verdad que el chico no pintaba nada mal.
Ya dentro de la cabina la química que hubo sexualmente fue brutal! Nos empezamos a besar con unas ganas tremendas, no se lo pienso dos veces cuando me quito la camiseta, me puso de espalda y me levanto los brazos, aguantándolos contra la pared, mientras me besaba me bajo el pantalón y empezó a restregar su paquete contra mi culo, mientras su otra me lo agarraba con unas ganas tremendas! En ese momento me sentía como en una nube.
Poco después empezó a jugar más con mi culo, se agacho y comenzó a comerme el culo mientras me iba metiendo el dedo poco a poco, en ese momento yo ya no podía aguantar las ganas de gemir. Cuando ya me lo dilato bien, me cogió  sin ningún miramiento, me puso a cuatro patas, con el culo bien en pompa y directa metió ese rabo hasta el fondo. La envestida que me dio no tuvo precio y el chillido de di tampoco lo tuvo, él se asusto porque pensaba que se había pasado, si se había pasado pero el chillido era una mezcla de dolor y  placer, que mi cuerpo pedía otra envestida con esas mismas ganas que la primera! Al ver que quería más, no se lo pensó dos veces el ponerme bien para follarme bien dura, me folló como si no hubiera un mañana.
Mientras me follaba sin parar, al buen rato le dije que quería que me diese toda su leche. Unos minutos después se quitó el condón y me puso de rodillas delante suyo, me hizo comerle el rabo sin parar hasta llegar al punto de ya correrse, la saco de mi boca, me cogió del pelo poniéndome la cabeza hacia arriba mirando hacia él, al segundo empezó a gemir fuertemente mientras toda su corrida iba directa a mi cara y boca. Cuando vi que ya no salía más, le quería dar el último placer, comiéndole el rabo hasta que él dijese de parar.

Después de esa maravilla de tarde decidimos intercambiar los números de teléfono por si algún día daba la ocasión de repetir.

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