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Mi historia de cruising y mi amor al semen

No sé en qué momento empezó mi gusto por el cruising, quizás desde mi primer encuentro con un hombre, moría por tocar a un hombre y así fue… las miradas que se cruzaron y una cogida del bulto para mostrar las ganas y en medio de un parque a las 6 pm en medio de los arbustos recibí mi primera mamada.

No tuvo necesidad de pararmela porque estaba tan arrecho que cuando me bajó los pantalones ya la tenía tiesa. Su forma de chuparla fue sensacional, solo sentía sus labios ensalivados y su lengua, una chupada profunda que terminó en una venida en la boca la cual repetiría muchas veces en boca de otros y de otros en mi boca.

Así pasó el tiempo y el deseo de culiar no fue impedimento por no tener lugar en ese momento, tanto así que el primer hombre que me penetraría el culo luego lo conocí en un baño público.  Cualquier lugar en medio de la oscuridad era una oportunidad para bajar mis pantalones y poner el culo para que se lo comieran o para llenarme la boca de leche a la cual me he hecho adicto. Me encanta su olor, su sabor, mi barba y piel pegajosa cuando se vienen en mi cara, sentir como baja espesa por mi garganta, dejarles la verga y las bolas absolutamente limpias y así mismo pasar mi dedo por la cabeza de mi verga ya mojada pa probarla como justo ahora lo hago mientras escribo este relato.

Me encanta la polla como dirían ustedes los españoles y si tengo la oportunidad de tener una o más para deslechar el lugar es lo de menos. Tuve un periodo de visitar baños en centros comerciales y allí me volví experto para salir siempre con una marca de semen en cualquier parte de mi cuerpo.

Cuando tuve la oportunidad de salir del país fue una vez más la posibilidad de explorar nuevos lugares y así a pleno día y en una calle concurrida con tan solo un pequeño espacio para quedar oculto recibía nuevamente la señal que me encanta de un man cogiéndose el paquete y buscando quien lo ayude a sacarse la leche, fue en menos de 5 minutos creo yo. De seguro estaba muy arrecho y no quería desperdiciarla con un pajazo y yo tampoco iba a hacerlo. Para mi fortuna fue muuuuucha leche la que salió, éste hombre únicamente me puso de rodillas y me puso a probar y a que succionara con ganas llamando toda esa leche para mí, fue comparado a esos videos de compilación de venidas que muestran esas pollas botando leche por doquier!

Me llenó la boca y la cara de leche, tragarla fue delicioso. Me limpié la cara lo mejor que pude para disimular porque debía ir a mi instituto de inglés, ya en el baño del edificio revisé que no tuviera rastro visible pero recuerdo que el olor alrededor de mi cara siempre estuvo presente. Así pasaron muchos más e incluso registrados en video para luego recordar. No había límites de hombres para llenarme el culo o la boca y me gustaba y aun me gusta acostarme a dormir con el culo lleno de leche.

En la primera casa que viví en el extranjero fui afortunado de tener un parque cerca y lo hice mi recinto de culeo, si no había lugar buscaba convencerlos con mis fotos y videos para que la arrechera los parara de sus casas y buscaran mi culo y allá estaba siempre en la noche para atender a quien me quisiera comer, no era un sitio de cruising pero yo lo volví así y hasta el último día que viví allá me ponía de rodillas a chupar.  Al principio a los chicos que llevaba les causaba algo de nervios hacer cruising pero después que se las chupaba un rato todo se olvidaba y hasta nos quitábamos toda la ropa y culiabamos lo que les duraba la arrechera, de mi parte siempre estaba dispuesto a más y si en las apps salía otro, ya tenía el culo listo y lubricado con leche para que batieran bien ese culo y lo dejaran untado por todo lado.

Además chupar una verga espumosa después de haber follado un culo con leche es de lo mejor. Muchas veces regresé escurriendo leche del culo mientras caminaba pero siempre la recogía con los  dedos de la mano y me chupaba los dedos con el mismo entusiasmo que todos lo hacemos cuando comemos algo rico.

Cuando estuve viajando y conociendo Europa mi gusto por el Feltching, el bukkake y todo lo relacionado con leche y pollas preñándome el culo y botando semen me fascinaba y en cada ciudad que visité dejé mi marca de semen o la de otra verga en un muro, un mueble, la ropa, un árbol y en muchos de los sexclubs que visité….boyberry no fue la excepción en mi paso por Barcelona.

De vuelta a mi país llegué a vivir a una ciudad costera donde su modus vivendi es estar relajado y con pocas preocupaciones, una de ellas es culiar duro como unos verdaderos hijos de puta y la otra es culiar donde sea para calmar las ganas. El paraíso!

Al ser nuevo en la ciudad, hubo una ronda de sexo casi que a diario así que me acostumbré al olor a semen y a tener mis pantaloncillos regando leche por el culo porque todo terminaba en una o más preñadas. En el cuarto de aseo de mi conjunto, al igual que alrededor del parqueadero y dentro del carro y hasta en las escaleras que conectan un piso con el otro pero siempre controlando en los posible mis gemidos y el ruido de mi culo pegando con el miembro del activo. Todo esto se debía a que no siempre tenía mi sitio disponible.

Finalmente un día desde mi balcón mientras descansaba porque me había comido un buen negro sin compasión y yo esperaba simplemente que recargara esas grandes bolas de semen y su pija estuviera dura y lista para batirme esa leche descubrí algo que siempre estuvo a mi disposición y no me había percatado… desde mi balcón podía ver un enorme bosque hacia el lado derecho y justo pasando la calle al lado de mi conjunto.

Así fue que decidí experimentar nuevamente y hasta el día de hoy ha sido una gloria. Como era frecuente que la mayoría de personas no tuvieran la privacidad de un sitio para follar al igual que yo, la cita de culeo era en aquel bosque testigo de unas folladas mundiales que me han dado, allá puedo gemir tan duro como me meten la polla y el activo no tiene que contenerse de nada lo cual me encanta. Una verga de 21 cms me estrenó el culo en ese bosque y hasta el día de hoy no ha parado de follarme al menos una vez por semana, a él le fascina mi culo lo cual se lo debo a mi alto rendimiento en el ejercicio físico y a mí me encanta su polla que me entierra como si no hubiese mañana. El susto de las primeras veces se disipaba en cuanto empezaba la faena… una mamada para poner esa polla dura y una chupada a mi culo para recibir lo que venía… al principio nos dejábamos a medio vestir pero con el tiempo y con cada macho que llevaba siempre terminaba sin ropa para poder abrirme bien y parar bien el culo, siempre he sido un hambriento de vergas y quiero que el cabrón que me coma lo note para que me coma con ganas, con el tiempo se logró mayor confort ya que llevaba un mat de yoga para estar más cómodos, especialmente para el activo. Yo siempre me siento cómodo si tengo una polla en la boca o en el culo entrando y saliendo.

Dicho esto, lo que queda por decir es que día o noche se volvió en el lugar perfecto para atender a todos los arrechos que ante un culo tragón se animaban a hacer cruising. Una de las mejores para recordar fue después de haber recibido dos preñadas y apareció un macho que no sabía realmente cuan grande era su polla y cuando empecé a mamar su polla creció hasta un punto que no me cabía en la boca, en ese momento la leche que tenía en el culo empezó a escurrir y fue el momento perfecto para que me pusiera en cuatro y me clavará. Me comió como un salvaje y por la leche que tenía adentro y de lo duro que me daba empezó a salpicarse, ya me había roto el culo de tanto darme que la leche se salía, fue de lo mejor.  Luego al sacar su polla para cambiar al misionero pude verla totalmente blanca al igual que sus huevos así que me aseguré de untarme toda la cara con esa leche como si fuera una mascarilla y succionarle hasta la última gota de la cabeza de su pija y lamerle cada una de sus bolas.

Al darme vuelta y estando clavado en la pose del misionero era una lluvia de leche con cada movimiento y yo solo me dejaba porque era lo que deseaba, porque soy una perra que vive en celo y pone culo donde sea y además soy un depósito de semen que siempre busca quien le alimente el culo. Así han pasado de a uno, dos y hasta tres en el bosque cogiéndome, y raspándome los codos y las rodillas, agarrado de árboles cuando quieren clavarme de pie, árboles de troncos delgados que se sacuden mientras me sostengo sacando el culo para darle placer a todos los machos y que se han partido en dos ocasiones por el éxtasis del momento y todo a la vuelta de mi apartamento.

Ahora en éste aislamiento debido a la situación que estamos pasando, recuerdo todos esos momentos mientras miro por el balcón y reviso las muchas evidencias que han quedado grabadas en videos y fotos desde mi celular mientras me hago una paja y recuerdo lo rico y duro que me han dado y toda la leche que he sacado y volveré a sacar cuando ya todos podamos salir de las casas nuevamente a follar tranquilamente. Esa es la historia del placer que siento al hacer cruising y del gusto que me da terminar marcado con la leche del que quiera comer un buen culo que no se cansa de tragar verga y que ahora escribe éste relato sentado desde el balcón con un tinto con leche de mi palo y con la vista del sitio que tanto placer me ha dado y que me estará esperando para que siga creciendo más mi reputación

No sé en qué momento empezó mi gusto por el cruising, quizás desde mi primer encuentro con un hombre, moría por tocar a un hombre y así fue… las miradas que se cruzaron y una cogida del bulto para mostrar las ganas y en medio de un parque a las 6 pm en medio de los arbustos recibí mi primera mamada.

No tuvo necesidad de pararmela porque estaba tan arrecho que cuando me bajó los pantalones ya la tenía tiesa. Su forma de chuparla fue sensacional, solo sentía sus labios ensalivados y su lengua, una chupada profunda que terminó en una venida en la boca la cual repetiría muchas veces en boca de otros y de otros en mi boca.

Así pasó el tiempo y el deseo de culiar no fue impedimento por no tener lugar en ese momento, tanto así que el primer hombre que me penetraría el culo luego lo conocí en un baño público.  Cualquier lugar en medio de la oscuridad era una oportunidad para bajar mis pantalones y poner el culo para que se lo comieran o para llenarme la boca de leche a la cual me he hecho adicto. Me encanta su olor, su sabor, mi barba y piel pegajosa cuando se vienen en mi cara, sentir como baja espesa por mi garganta, dejarles la verga y las bolas absolutamente limpias y así mismo pasar mi dedo por la cabeza de mi verga ya mojada pa probarla como justo ahora lo hago mientras escribo este relato.

Me encanta la polla como dirían ustedes los españoles y si tengo la oportunidad de tener una o más para deslechar el lugar es lo de menos. Tuve un periodo de visitar baños en centros comerciales y allí me volví experto para salir siempre con una marca de semen en cualquier parte de mi cuerpo.

Cuando tuve la oportunidad de salir del país fue una vez más la posibilidad de explorar nuevos lugares y así a pleno día y en una calle concurrida con tan solo un pequeño espacio para quedar oculto recibía nuevamente la señal que me encanta de un man cogiéndose el paquete y buscando quien lo ayude a sacarse la leche, fue en menos de 5 minutos creo yo. De seguro estaba muy arrecho y no quería desperdiciarla con un pajazo y yo tampoco iba a hacerlo. Para mi fortuna fue muuuuucha leche la que salió, éste hombre únicamente me puso de rodillas y me puso a probar y a que succionara con ganas llamando toda esa leche para mí, fue comparado a esos videos de compilación de venidas que muestran esas pollas botando leche por doquier!

Me llenó la boca y la cara de leche, tragarla fue delicioso. Me limpié la cara lo mejor que pude para disimular porque debía ir a mi instituto de inglés, ya en el baño del edificio revisé que no tuviera rastro visible pero recuerdo que el olor alrededor de mi cara siempre estuvo presente. Así pasaron muchos más e incluso registrados en video para luego recordar. No había límites de hombres para llenarme el culo o la boca y me gustaba y aun me gusta acostarme a dormir con el culo lleno de leche.

En la primera casa que viví en el extranjero fui afortunado de tener un parque cerca y lo hice mi recinto de culeo, si no había lugar buscaba convencerlos con mis fotos y videos para que la arrechera los parara de sus casas y buscaran mi culo y allá estaba siempre en la noche para atender a quien me quisiera comer, no era un sitio de cruising pero yo lo volví así y hasta el último día que viví allá me ponía de rodillas a chupar.  Al principio a los chicos que llevaba les causaba algo de nervios hacer cruising pero después que se las chupaba un rato todo se olvidaba y hasta nos quitábamos toda la ropa y culiabamos lo que les duraba la arrechera, de mi parte siempre estaba dispuesto a más y si en las apps salía otro, ya tenía el culo listo y lubricado con leche para que batieran bien ese culo y lo dejaran untado por todo lado.

Además chupar una verga espumosa después de haber follado un culo con leche es de lo mejor. Muchas veces regresé escurriendo leche del culo mientras caminaba pero siempre la recogía con los  dedos de la mano y me chupaba los dedos con el mismo entusiasmo que todos lo hacemos cuando comemos algo rico.

Cuando estuve viajando y conociendo Europa mi gusto por el Feltching, el bukkake y todo lo relacionado con leche y pollas preñándome el culo y botando semen me fascinaba y en cada ciudad que visité dejé mi marca de semen o la de otra verga en un muro, un mueble, la ropa, un árbol y en muchos de los sexclubs que visité….boyberry no fue la excepción en mi paso por Barcelona.

De vuelta a mi país llegué a vivir a una ciudad costera donde su modus vivendi es estar relajado y con pocas preocupaciones, una de ellas es culiar duro como unos verdaderos hijos de puta y la otra es culiar donde sea para calmar las ganas. El paraíso!

Al ser nuevo en la ciudad, hubo una ronda de sexo casi que a diario así que me acostumbré al olor a semen y a tener mis pantaloncillos regando leche por el culo porque todo terminaba en una o más preñadas. En el cuarto de aseo de mi conjunto, al igual que alrededor del parqueadero y dentro del carro y hasta en las escaleras que conectan un piso con el otro pero siempre controlando en los posible mis gemidos y el ruido de mi culo pegando con el miembro del activo. Todo esto se debía a que no siempre tenía mi sitio disponible.

Finalmente un día desde mi balcón mientras descansaba porque me había comido un buen negro sin compasión y yo esperaba simplemente que recargara esas grandes bolas de semen y su pija estuviera dura y lista para batirme esa leche descubrí algo que siempre estuvo a mi disposición y no me había percatado… desde mi balcón podía ver un enorme bosque hacia el lado derecho y justo pasando la calle al lado de mi conjunto.

Así fue que decidí experimentar nuevamente y hasta el día de hoy ha sido una gloria. Como era frecuente que la mayoría de personas no tuvieran la privacidad de un sitio para follar al igual que yo, la cita de culeo era en aquel bosque testigo de unas folladas mundiales que me han dado, allá puedo gemir tan duro como me meten la polla y el activo no tiene que contenerse de nada lo cual me encanta. Una verga de 21 cms me estrenó el culo en ese bosque y hasta el día de hoy no ha parado de follarme al menos una vez por semana, a él le fascina mi culo lo cual se lo debo a mi alto rendimiento en el ejercicio físico y a mí me encanta su polla que me entierra como si no hubiese mañana. El susto de las primeras veces se disipaba en cuanto empezaba la faena… una mamada para poner esa polla dura y una chupada a mi culo para recibir lo que venía… al principio nos dejábamos a medio vestir pero con el tiempo y con cada macho que llevaba siempre terminaba sin ropa para poder abrirme bien y parar bien el culo, siempre he sido un hambriento de vergas y quiero que el cabrón que me coma lo note para que me coma con ganas, con el tiempo se logró mayor confort ya que llevaba un mat de yoga para estar más cómodos, especialmente para el activo. Yo siempre me siento cómodo si tengo una polla en la boca o en el culo entrando y saliendo.

Dicho esto, lo que queda por decir es que día o noche se volvió en el lugar perfecto para atender a todos los arrechos que ante un culo tragón se animaban a hacer cruising. Una de las mejores para recordar fue después de haber recibido dos preñadas y apareció un macho que no sabía realmente cuan grande era su polla y cuando empecé a mamar su polla creció hasta un punto que no me cabía en la boca, en ese momento la leche que tenía en el culo empezó a escurrir y fue el momento perfecto para que me pusiera en cuatro y me clavará. Me comió como un salvaje y por la leche que tenía adentro y de lo duro que me daba empezó a salpicarse, ya me había roto el culo de tanto darme que la leche se salía, fue de lo mejor.  Luego al sacar su polla para cambiar al misionero pude verla totalmente blanca al igual que sus huevos así que me aseguré de untarme toda la cara con esa leche como si fuera una mascarilla y succionarle hasta la última gota de la cabeza de su pija y lamerle cada una de sus bolas.

Al darme vuelta y estando clavado en la pose del misionero era una lluvia de leche con cada movimiento y yo solo me dejaba porque era lo que deseaba, porque soy una perra que vive en celo y pone culo donde sea y además soy un depósito de semen que siempre busca quien le alimente el culo. Así han pasado de a uno, dos y hasta tres en el bosque cogiéndome, y raspándome los codos y las rodillas, agarrado de árboles cuando quieren clavarme de pie, árboles de troncos delgados que se sacuden mientras me sostengo sacando el culo para darle placer a todos los machos y que se han partido en dos ocasiones por el éxtasis del momento y todo a la vuelta de mi apartamento.

Ahora en éste aislamiento debido a la situación que estamos pasando, recuerdo todos esos momentos mientras miro por el balcón y reviso las muchas evidencias que han quedado grabadas en videos y fotos desde mi celular mientras me hago una paja y recuerdo lo rico y duro que me han dado y toda la leche que he sacado y volveré a sacar cuando ya todos podamos salir de las casas nuevamente a follar tranquilamente. Esa es la historia del placer que siento al hacer cruising y del gusto que me da terminar marcado con la leche del que quiera comer un buen culo que no se cansa de tragar verga y que ahora escribe éste relato sentado desde el balcón con un tinto con leche de mi palo y con la vista del sitio que tanto placer me ha dado y que me estará esperando para que siga creciendo más mi reputación

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