Martes de mierda, ando mojado, no es semen, es de lluvia, porque es un martes de mierda que llueve. Son las 9 de la noche, salgo del trabajo, hace frio, mi jefe me ha regañado y no me apetece nada de nada. Abro Twitter y se me ilumina la cara, Boyberry acaba de recordarme en un tweet que es martes joven y además día 20. Lo que significa que seguramente haya pollones a mi alcance.
La verdad, ando muy cansado y me voy a casa. Estando tirado en el sofá empiezo a imaginar cómo bajo las escaleras al sótano y pufff empiezo a ponerme tenso y duro.
Decido hacer caso a mi imaginación y me voy a tomar algo a Boyberry, algo me dice que va a ser una gran noche.
Al entrar no se ve mucha gente, me tomo la primera cerveza sentado, echando el primer vistazo… ¡Al rato decido darme una vuelta y sorpresa! Estaba engañado, hay bastante gente, una de las veces que mas lleno lo he visto, estaban todos detrás de las cortinas.
Según voy rozándome con chicos, mirándonos, insinuándonos, yo voy calentándome, ya no me acuerdo del frio del exterior. Ya voy empalmado. Sí, me pongo duro solo con miradas, soy así de fácil.
Bajo las escaleras y no puedo creérmelo, un chulazo de barrio sentado en uno de los sillones, viendo una escena porno de una follada, mientras un chaval de rodillas está mamándosela sin parar, se le escucha gemir y salivar… pufff me quedo. Me siento enfrente y les observo, me toco sobre el pantalón. Me aprieta y tengo que sacármela, necesito tocarla y sentirla en mi mano. Meto la mano bajo mis calzoncillos y está mojado, tengo el capullo lleno de líquido, me saco la poya y lo uso para lubricarme, me pajeo excitado observando la mamada con los ruidos de la follada de fondo.
De repente, noto una mano sobre mi polla, miro a la derecha y un hombre de unos 35 años se ha sentado a mi lado, quiere pajearme, quito mi mano y disfruto de la suya, tiene una mano grande, estaba fría pero ya empieza a calentarse a la vez que me acaricia y toca. Decido actuar, mi mano se dirige al pantalón del tío, la apoyo sobre el paquete y tremendo rabo, me fijo en su muñeca y lotería, me ha tocado el gordo, lleva la pulsera que indica que tiene + de 20cm. Me excito mas, pero le tengo que parar, como siga así me corro en 3 segundos.
Le aparto la mano, pero no quiere, puff por favor que pare, que me corro. Le susurro al oído que como siga me corro, suspira y le muerdo el cuello. Por fin ha parado, estoy muy excitado y aun no me he corrido, aun queda rato para jugar. Le quito el cinturón, le desabrocho el botón y bajo la cremallera, meto mi boca en el pantalón y me meto su rabo en la boca, le echo calor sobre el calzoncillo y noto como el rabo se llena de sangre y quiere salir, sus deseos son ordenes, le saco la polla del calzoncillo y empiezo a mamar.
Me agarra la cabeza y se agacha, me dice que despacio, que no tenemos prisa. Tiene toda la razón, ¿Por qué ir rápido, pudiendo disfrutar más rato de él? Se incorpora y se apoya contra la pared, levanto la cabeza y veo su cara, sus ojos de placer, le está encantando, se lo noto en las venas, cada vez que le doy un lametón veo como disfruta de mi lengua. De repente, me agarra la cabeza con fuerzas, se levanta del sofá y empieza a follarme la boca sin parar, mete y saca sin compasión sus más de 20 centímetros, me atraganto, pero no para, sigue fallándome, y yo cada vez tengo más ganas de notar su leche en mi garganta.
Me suelta de la cabeza y se aparta, le miro los huevos y está a punto de explotar. Me coge de la mano y me levanta. Me mira y me besa, me dice que le siga, yo sin dudarlo me abrocho el pantalón y le agarro. Me lleva a una de las cabinas, la del fondo, que tiene más espacio. Entramos y cierra la puerta con pestillo.
Se sienta en la cama y me dice que vaya con él, le pregunto su nombre. Se llama Victor y antes de poder seguir hablando me agarra el cuello y me acerca a su boca, nos damos uno de los mejores besos de mi vida, sus labios húmedos y calientes juegan con los míos. Le quito la camiseta, le toco los abdominales mientras me besa el cuello. Me tumba en la cama y me desnuda. Me atrapa entre sus piernas y me agarra los brazos, me los pone detrás de mi cabeza y me vuelve a besar mientras se sienta sobre mi rabo y se restriega. No puedo estar más caliente, quiero sentirle dentro. Baja su lengua hasta mi cintura y se mete mi rabo en su boca. Qué bien sabe usarla, se la mete y saca con delicadeza, rodeándola por completo y haciéndome disfrutar. Al cabo de un rato le quito la cabeza y le subo, le quito el pantalón y se tumba encima de mí, nuestros rabos llenos de saliva y líquido se juntan, nos restregamos y pajeamos juntos, notamos un rabo contra el otro…
Ando muy cachondo y estoy preparado, quiero notar su rabo como va entrando por mi culo. Pero tengo miedo, la tiene muy grande y hace bastante que no me follan. Levanto mis piernas con temor y las pongo sobre sus hombros, le aviso, por favor, métemela ya, pero con suavidad, ando muy cerrado. Él sonríe y asiente, me retira las piernas y baja su cabeza, mete su lengua por mi culo y juega con sus dedos, poco a poco va abriéndome el agujero, primero un dedo, luego su lengua, me escupe y me mira, vuelve a sonreír, se agarra su rabo y lo acerca a mi culo. Va poco a poco metiéndola, yo entre dolor y placer gimo. No lo puedo evitar, la quiero entera dentro y hago presión. Le pido más y por fin la mete de golpe. Dios, ¿cómo ha podido entrarme toda? Que placer, que dolor, que ganas de follar. Lentamente entre besos y tocamientos me penetra, la mete y saca decididamente. Yo, notando su grosos dentro de mi necesito gritar y mis gemidos son escuchados por toda la sala. En la cabina de al lado, otros tíos follando, se escuchan más gemidos, la situación no puede ser más morbosa y placentera.
Me agarra por la espalda y se sienta, me pongo encima, con su rabo dentro de mí. Le empujo y le tumbo en la cama. Empiezo a levantarme y sentarme sobre su poya, tiene un cuerpo de escándalo y yo no puedo estar más cachondo, saca su rabo de mi culo y me pone de rodillas a la orilla de la cama, él de pie vuelve a escupirse el rabo y me la clava. Me agarra de los hombros y me folla sin parar, de repente, la saca de golpe y noto sobre mi espalda y culo su leche caliente, mucha leche. Me doy la vuelta y me siento, el de rodillas me mama el rabo sin parar, despacio, suave, ahora rápido. No puedo más le aviso que me voy a correr y me agarra el culo fuerte, con todo mi rabo en su garganta, empiezo a correrme, veo como le sale mi leche por su boca, no había espacio para tanta.
Después del subidón, volvemos a vestirnos, nos quedamos sentados intentando respirar, que cansancio… Hablamos de tomar una cerveza, subimos por las escaleras y antes de pedirnos la cerveza, un joven de unos 25 años nos agarra a los dos de las manos, nos lleva a una cabina, el de repente, sale y cierra la puerta, al minuto, vemos su cara detrás del glory hole.
No sé como paso, pero me encuentro de nuevo con el rabo tieso, dentro de un agujero y disfrutando de una boca desconocida. Victor mientras se la chupan, sonríe y me besa.