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Martes de gayumbos

Hoy es martes de gayumbos en Boyberry Barcelona, mi día favorito, la fiesta se pone buena, mis mejores polvos han sido dentro y fuera de sus cabinas, ¡como disfruto jugar en los glory hole!  me apresuro a pagar mi entrada, desde ya veo que la cosa promete, llevo mis suspensores y calcetines favoritos, al entrar veo muy buenos paquetes, hay más tíos buenos esta vez, no sé por cual decidirme, ¡tengo tantas ganas de guarrear! Luego de un par de vueltas lo vi a él, llevaba unos gayumbos blancos muy ajustados, el vello púbico se le salía por arriba y se juntaba con el de su abdomen y pecho, tenía un muy buen paquete, era un tío musculoso, marcado por todos lados, con uno de sus brazos tatuado totalmente, muy buenas piernas, mentón prominente y barba cuidada, tenía pinta de macho dominante y cerdo a la vez,  lo mejor de todo el gran paquete que se le marcaba, que delicia, se me hacía agua la boca, paso justo a su lado le meto mano y el me sigue la corriente, en solo unos segundos ya me tenía arrodillado, que polla tan grande y gruesa, con una enorme cabeza y con el tallo lleno de venas, se la devore entera, me la metí hasta la garganta, me estaba follando la boca a tope,  sus huevos estaban deliciosos, el me tomo del pelo para escupirme desde arriba, también me dio un par de ostias que me pusieron más cachondo, se inclinó y se llenó un par de dedos de saliva y comenzó a metérmelos en el ojete, cada vez con más fuerza, estaba dilatándome para lo que vendría después, mientras yo me atragantaba con su gigante pollón negro, el hizo un par de gestos a otro tío que estaba cerca mirándonos, era su colega que también quería participar,  con mi ojete ya lubricado ese otro tío me la metió hasta el fondo, nunca había tenido en mi culo una polla tan gorda, casi del tamaño del dildo con el que me entretengo solo en casa,  sin darme cuenta me tenían en 4 patas follándome la boca y el culo, varios tíos me miraban, deseando sodomizarme también, yo chupaba la cabeza del enorme pollón negro mientras el otro pollón destrozaba mi culo, que delicia sentirme usado, mientras chupaba y chupaba polla el tío musculoso me puso a oler sus zapatillas y sus calcetines, olían a macho, puso mi cabeza en el suelo y la piso, luego metió su zapatilla en mi boca, mientras  su amigo me hundía la polla en el ojete y me follaba sin piedad se inclinó de nuevo para meterme tres dedos más  junto al pollón, estaba disfrutando tanto mi culo, alrededor nuestro  los mirones se pajeaban, también habían otros arrodillados comiendo pollas, cuando  mi ojete estaba más abierto que nunca sentí un baño de lefa caliente que goteaba sobre la polla y los huevos del cachas que me follaba, luego le tocó a mi boca recibir el caliente néctar que llegó hasta mi garganta, aquel enorme pollón estaba bastante cargado y yo lo exprimí todo, enseguida me levanté y me junté a mis dos amantes cachas en un beso blanco y ardiente, la lefa iba y venía en nuestras bocas, los tres tragamos parte de ella mientras mi culo aún goteaba por la reciente preñada, la mejor y más guarra diversión que siempre me espera en Boyberry esta vez fue  más caliente, salí más complacido que nunca, esperando regresar pronto, soy un cliente repetitivo.

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